Un año más y el mundo sigue hecho unos zorros: EEUU abandona Afganistán, después de 20 años de guerra y ocupación que, al parecer, no han servido para nada; el covid 19 sigue campando a sus anchas, aunque su letalidad haya disminuido gracias a las vacunas; el cambio climático nos va deparando eventos naturales cada vez más catastróficos, y así un largo etcétera que no voy a enumerar.
Vivimos tiempos turbulentos, llenos de incertidumbre, en un constante carrusel de noticias que nos amenazan, casi, con el fin del mundo, inmersos en esta crisis que no cesa. Millares de personas huyen, o intentan huir, de países devastados por las guerras y buscan refugio en una Europa amurallada y llena de temores. Parece que estamos pasando de una era llena de cambios (internet y las redes sociales, la globalización económica y financiera, el desarrollo de nuevas potencias económicas que está desplazando el centro de gravedad del mundo, el auge de los movimientos xenófobos y el populismo, la ingeniería genética, etc.), como fue la segunda mitad del s. XX, a un cambio de era... ¡El mundo ya no es como era!
¿Cómo será este siglo XXI del que ya hemos vivido dos décadas?
Hace unos pocos años yo decía en este mismo espacio: tambores de guerra amenazan, una vez más, La Paz mundial; en Siria e Irak las potencias, EEUU, Rusia, G. Bretaña, Francia, que jugaron como en los viejos tiempos de la guerra fría, han creado un monstruo, el llamado Estado islámico, que aterroriza a las poblaciones que quedan sometidas bajo su dominio; La descomposición de Irak y Libia y el terrorismo islamista, son solo una parte de ese proceso; la frustración de la llamada "Primavera Árabe", con la vuelta de los militares al poder en Egipto; las guerras que han llenado las costas mediterráneas de cadáveres y refugiados; Rusia, antigua potencia en la Guerra Fría, vuelve a conmocionar Europa con su neoimperialismo agresivo y expansivo en Crimea y en Ucrania; y la crisis económica que no cesa, al menos en España... Pocas de estas cosas han cambiado!
¿Cómo será este siglo XXI del que ya hemos vivido dos décadas?
Hace unos pocos años yo decía en este mismo espacio: tambores de guerra amenazan, una vez más, La Paz mundial; en Siria e Irak las potencias, EEUU, Rusia, G. Bretaña, Francia, que jugaron como en los viejos tiempos de la guerra fría, han creado un monstruo, el llamado Estado islámico, que aterroriza a las poblaciones que quedan sometidas bajo su dominio; La descomposición de Irak y Libia y el terrorismo islamista, son solo una parte de ese proceso; la frustración de la llamada "Primavera Árabe", con la vuelta de los militares al poder en Egipto; las guerras que han llenado las costas mediterráneas de cadáveres y refugiados; Rusia, antigua potencia en la Guerra Fría, vuelve a conmocionar Europa con su neoimperialismo agresivo y expansivo en Crimea y en Ucrania; y la crisis económica que no cesa, al menos en España... Pocas de estas cosas han cambiado!
Durante este verano de 2021 hemos asistido a la retirada de los EEUU de Afganistán, país que ocupaban desde 2001, tras el atentado del 11S que impulsó la llamada guerra contra el terrorismo islamista. Llevamos desde marzo de 2020 luchando contra una pandemia que nos cogió desprevenidos y nos está dejando tocados... El cambio climático se acelera, la crisis económica provocada por la pandemia no acaba de remitir..
¿Puede la historia ayudarnos a entender todo esto? Podemos intentarlo.
Empezamos hoy un nuevo curso. Un nuevo viaje de indagación, reflexión y conocimiento. ¿Para qué la Historia? En tiempos confusos como los que estamos viviendo, sin apenas certezas a las que poder asirnos y sometidos al estrépito constante de las múltiples crisis que parecen amenazar al mundo y a nuestra civilización, la Historia puede brindarnos los instrumentos adecuados para navegar por esas procelosas aguas. Tal vez no nos hará mejores, pero sí más sabios. Porque conocer las claves del mundo en el que vivimos es condición necesaria para hallar un lugar en él, para no ser meros espectadores de lo que sucede, sino hombres y mujeres, ciudadanos conscientes del reto que supone vivir en tiempos como éstos y, dentro de nuestras posibilidades y esperanzas, intentar mejorarlo. Esa es mi propuesta y quiero contar con vosotros.
Bienvenidos al nuevo curso 2021-22 y que el viaje nos sea a todos de provecho. Comenzamos.
Empezamos hoy un nuevo curso. Un nuevo viaje de indagación, reflexión y conocimiento. ¿Para qué la Historia? En tiempos confusos como los que estamos viviendo, sin apenas certezas a las que poder asirnos y sometidos al estrépito constante de las múltiples crisis que parecen amenazar al mundo y a nuestra civilización, la Historia puede brindarnos los instrumentos adecuados para navegar por esas procelosas aguas. Tal vez no nos hará mejores, pero sí más sabios. Porque conocer las claves del mundo en el que vivimos es condición necesaria para hallar un lugar en él, para no ser meros espectadores de lo que sucede, sino hombres y mujeres, ciudadanos conscientes del reto que supone vivir en tiempos como éstos y, dentro de nuestras posibilidades y esperanzas, intentar mejorarlo. Esa es mi propuesta y quiero contar con vosotros.
Bienvenidos al nuevo curso 2021-22 y que el viaje nos sea a todos de provecho. Comenzamos.