Pero la disolución de la Primera Internacional (AIT) no supondrá la desaparición del proyecto de dotar a la clase obrera de una organización supranacional que pudiese coordinar la lucha frente al capitalismo a nivel internacional. A partir de los años setenta del siglo XIX se fundarán en la mayoría de los países europeos partidos socialistas inspirados, en la mayoría de los casos, en la ideología marxista, que no sólo proponía un marco teórico para interpretar el capitalismo y sus contradicciones sino que, además, proponía una estrategia para llegar al socialismo. De ese esfuerzo surgirá, unos años más tarde (1889), la Segunda Internacional. De eso nos ocuparemos en las siguientes entradas.
martes, 7 de enero de 2014
LA DISOLUCIÓN DE LA I INTERNACIONAL
La corta trayectoria de la AIT se explica, en parte, como consecuencia de la dura represión a la que fueron sometidas las organizaciones obreras después de la Comuna de París (1871), pero también de la propia incapacidad de sus miembros para resolver las disputas internas. en este esquema se plantean los factores que explican su autodisolución en 1875.
Pero la disolución de la Primera Internacional (AIT) no supondrá la desaparición del proyecto de dotar a la clase obrera de una organización supranacional que pudiese coordinar la lucha frente al capitalismo a nivel internacional. A partir de los años setenta del siglo XIX se fundarán en la mayoría de los países europeos partidos socialistas inspirados, en la mayoría de los casos, en la ideología marxista, que no sólo proponía un marco teórico para interpretar el capitalismo y sus contradicciones sino que, además, proponía una estrategia para llegar al socialismo. De ese esfuerzo surgirá, unos años más tarde (1889), la Segunda Internacional. De eso nos ocuparemos en las siguientes entradas.
Pero la disolución de la Primera Internacional (AIT) no supondrá la desaparición del proyecto de dotar a la clase obrera de una organización supranacional que pudiese coordinar la lucha frente al capitalismo a nivel internacional. A partir de los años setenta del siglo XIX se fundarán en la mayoría de los países europeos partidos socialistas inspirados, en la mayoría de los casos, en la ideología marxista, que no sólo proponía un marco teórico para interpretar el capitalismo y sus contradicciones sino que, además, proponía una estrategia para llegar al socialismo. De ese esfuerzo surgirá, unos años más tarde (1889), la Segunda Internacional. De eso nos ocuparemos en las siguientes entradas.
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