jueves, 28 de noviembre de 2013

EL IMPERIO NAPOLEÓNICO Y LA CONSOLIDACIÓN DEL LEGADO REVOLUCIONARIO

Con este esquema cerramos el capítulo dedicado a la Revolucióin Francesa. El Imperio Napoleónico ya no es una etapa de la Revolución, pero será ahora cuando se consolide, desde el punto de vista legal e institucional, el legado revolucionario, aunque desde la perspectiva más conservadora (liberal y burguesa).



miércoles, 27 de noviembre de 2013

EL MOVIMIENTO OBRERO: LAS CONDICIONES DE PARTIDA.

LOS SIGUIENTES DOCUMENTOS ilustran los inicios del Movimiento Obrero. El primero es un mapa conceptual sobre la génesis del Movimiento obrero en el marco de la industrialización y sus primeros pasos, para concluir con la formulación teórica y práctica de las doctrinas socialistas y anarquistas, que se convertirán en el fundamento ideológico de las luchas políticas y sociales de la época contemporánea.




Este otro documento ilustra la oganización social surgida del desarrollo del capitalismo y de la industrialización. La nueva sociedad de clases se caracteriza por su dinamismo, heterogeneidad y permeabilidad; no obstante, la riqueza y la relación que las personas mantienen con la propiedad es la clave de esta estructura social, que sucederá a las viejas estructuras estamentales del Antiguo Régimen.



La siguiente imagen esquematiza el surgimiento de las luchas obreras a partir de las condiciones de trabajo y de vida del proletariado industrial.


Este será nuestro punto de partida para estudiar la génesis y desarrollo del Movimiento Obrero en la Europa del siglo XIX. La realización de un informe sobre las condiciones de trabajo y de vida de la clase obrera es necesaria para comprender cabalmente la naturaleza del "problema obrero", como será formulado por algunos intelectuales y reformadores sociales en pleno proceso industrializador.

EL MOVIMIENTO OBRERO: ESQUEMA GLOBAL DE LA UNIDAD DIDÁCTICA.

 

El esquema nos ofrece una visión global del tema; es importante que tomemos como punto de partida las grandes transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que se derivan de los dos grandes procesos revolucionarios con los que comienza la época contemporánea: revolución industrial y revolución liberal. El problema obrero constituye una novedad de esta época asociada a los cambios en el modo de producción capitalista y en la sociedad de clases; como tal problema suscitará reflexiones y formulaciones teóricas entre los pensadores y reformadores sociales, así como respuestas, en ocasiones, primarias, a la aguda desigualdad generada por la industrialización en sus fases iniciales por los propios obreros; o represivas, por parte de los gobiernos de distinto signo, liberales o absolutistas. Con el tiempo se irán concretando y definiendo una serie de teorías o ideologías de marcado carácter obrerista que tendrán, entre otros objetivos, la pretensión de ofrecer un sustento ideológico y programático a la lucha de los obreros por la mejora de sus condiciones de trabajo y de vida, así como un horizonte de transformación política y social que hiciera posible la superación del capitalismo como forma de organización económica. El socialismo Utópico, el Marxismo y el Anarquismo constituyen este sustento ideológico en la lucha obrera; por otra parte, las primeras organizaciones obreras se irán fortaleciendo y consolidando a lo largo del s. XIX, culminando este esfuerzo de lucha en la creación de las dos Internacionales y en la aparición de los primeros partidos socialistas, de clara voluntad revolucionaria en sus inicios y de evolución reformista en las siguientes décadas.
   No podemos concluir esta primera aproximación sin mencionar que, al mismo tiempo, las mujeres, como sujeto social y político diferenciado, también irán definiendo sus reivindicaciones y programa de acción política y social, hasta materializarse en la formación del Movimiento Feminista, esencial para comprender el horizonte de igualdad hacia el que las sociedades occidentales querían dirigirse, no sin resistencias por parte de las élites burguesaas dirigentes, como se irá viendo.

sábado, 23 de noviembre de 2013

ORIENTACIONES SOBRE EL 2º EXAMEN DE LA 1ª EVALUACIÓN DE 1º DE BACHILLERATO

De cara al próximo examen del mes de diciembre, os recuerdo que los temas y objetivos de estudio para esta prueba son:
  1. Explicar qué fue la Restauración: El orden europeo postnapoleónico establecido en el Congreso de Viena. Principios fundamentales y acuerdos adoptados.
  2. Explicar y comentar el nuevo mapa político de Europa. La Santa Alianza. El régimen de la Carta Otorgada en Francia.
  3. Explicar el Liberalismo político: rasgos ideológicos y apoyos sociales. Diferencias entre liberalismo moderado y liberalismo democrático. Concepto de "Revolución Liberal".
  4. Explicar el Nacionalismo en el s. XIX. Concepto, tipos y etapas en la evolución del nacionalismo. La situación de las diferentes naciones europeas en lo que se refiere al "problema" nacionalista.
  5. Explicar el ciclo revolucionario del s. XIX: las revoluciones de 1820 y 1830. Principios ideológicos, protagonistas, expansión geográfica y resultados. El caso de Francia en 1830. 
  6. Explicar las revoluciones de 1848 y la llamada "Primavera de los Pueblos". Las causas y su desarrollo en Francia. La revolución en el resto de Europa. Balance de este proceso histórico.
  7. Explicar los procesos de unificación nacional de Italia y Alemania tanto a partir de un mapa como de un texto. Explicación del proceso y balance del mismo para cada uno de los estados. Semejanzas y diferencias entre ambos procesos.
  8. Explicar el desarrollo del nacionalismo fuera de Europa: la expansión y consolidación de los EEUU. La doctrina del Destino Manifiesto. La revolución Meijí en Japón. Resultados de ambos procesos.
OBJETIVOS METODOLÓGICOS E INSTRUMENTALES:
1. La lectura, comprensión, análisis y comentario de textos históricos.
2. Lectura, identificación, análisis y comentario de un mapa histórico.
3. El uso adecuado del vocabulario específico de esta unidad didáctica o tema.
4. La redacción de una explicación suficiente, fluida y coherente de cualquiera de los procesos históricos estudiados.
5. La elaboración de una opinión fundamentada y crítica de cualquiera de los hechos históricos objeto de examen.

Sobre la ESTRUCTURA DEL EXAMEN:

- Un texto o un mapa con preguntas relacionadas con algún aspecto de los temas estudiados (un comentario guiado, para que quede claro, de una u otra fuente).

- El comentario de un texto o un mapa, siguiendo las pautas propias de análisis y comentario.

- Un Test que abordará aspectos esenciales de todos los temas estudiados.


Las posibles dudas serán atendidas en esta misma entrada.
Un saludo

LA MODERNIZACIÓN DEL JAPÓN EN EL S. XIX. LA REVOLUCIÓN MEIJÍ.

El esquema propone un recorrido por los principales hitos de la modernización que Japón emprendió en la segunda mitad del s. XIX. Hay que prestar especial atención al proceso conocido como "Revolución o Restauración Meijí", ya que fue a partir de la entronización de Mutsuhito cuando este país puso en marcha las reformas necesarias para modernizarse y así hacer frente al intento de dominación extranjera. Japón saldrá fortalecido de este proceso, convirtiéndose en la gran potencia asiática. Asumirá de occidente aquello que convenga a la defensa de sus intereses nacionales, poreservando, al mismo tiempo, aquellos elementos de su propia cultura con los que se identificaba el Japón tradicional. La mezcla de modernidad y tradición es, aún hoy, uno de los rasgos de la identidad nipona.




Una explicación del proceso que refuerza la del material usado en clase:

La revolución Meiji (1868-1912)
Entre 1867 y 1912 tiene lugar la época Meiji en la que se desarrolla definitivamente un Japón nuevo que, abierto al mundo, sabe guardar sus tradiciones esenciales. A la muerte del emperador Komei, en 1867, el nuevo emperador Mutsu-hito eligió el nombre de Meiji (Gobierno de la luz) para designar su reinado. Los principios del gobierno iluminado fueron restablecer la autoridad del Emperador y la occidentalización, es decir, el fin de la época feudal y la conversión de Japón en el primer país no occidental que desarrolla las técnicas de la Primera Revolución Industrial.

MUTSU-HITO se instala en el Tokio tras debilitar el shogun  y reafirmar el Mikado. Dirige los cambios, con lo que produce una revolución desde arriba y aúna tradición y modernidad. Se produce un cambio religioso recuperando el shintoismo , que incluye el culto a los antepasados, la exaltación del Emperador –por lo que es una religión de Estado- y permite adoptar instituciones liberales y asimilar técnicas occidentales. Para ello, estudian en universidades de Europa y Estados Unidos, cogiendo lo mejor de cada lugar: la estructura educativa y la organización del ejército alemán, la estructura parlamentaria y la ingeniería naval británica, y la reforma del ejército y el código penal francés.
La reforma político-institucional se basa en la formación de una Asamblea Consultiva, la proclamación del Código Jurado de los Cinco Artículos por el emperador y la creación de la primera estructura del gobierno Meiji, el Seitaisho, en el que mezclan burocracia tradicional y formas de representación occidental con división de poderes.
En 1869 los daimyo restituyen los dominios al trono, pero se erigen como gobernadores de los han, que dos años más tarde se deciden en departamentos. Con la creación en 1873 del Ministerio del Interior, los nuevos gobernadores se nombran desde Tokio y se controla plenamente la administración local. Para completar las medidas crean un ejército unificado y el reclutamiento obligatorio consuma la medida.
Entre 1870-80 se realizaron reformas sociales, suprimiendo los privilegios de clase, dando igualdad jurídica e implantando códigos penales similares a los franceses. Se utiliza el vestido occidental en ceremonias oficiales, se consume carne, se implanta el calendario gregoriano y se crea la enseñanza obligatoria.
Las reformas económico- financieras consistieron en la reorganización de la circulación monetaria en un sistema decimal, el yen, como nueva moneda. Ahora el poder legislativo controla el gasto público, se elabora un catastro y se permite la venta de tierras. Se produce una reforma agraria (1873), con más sentido social que económico, los impuestos debían ser pagados por el individuo –no por la aldea-, sobre la base de la tierra –no por cosecha- debían darse directamente al Estado –no al daimyo- y debían pagarse en metálico –no en especie-.
La creación del Ministerio de Industria (1870) supuso el despegue industrial-capitalista. Las direcciones gubernamentales eran el desarrollo de una industria de consumo textil, basada en el algodón y la seda; desarrollo de industrias estratégicas –armamento y arsenales-; desarrollo de transportes, dando prioridad a los marítimos; desarrollo de industrias pesadas (minas de carbón, oro y plata y construcción); y la colonización de Hokkaido (segunda isla más grande de Japón, al norte de la isla principal).
En 1889 proclama una Carta Otorgada que propone una dieta bicameral, sufragio censitario (1% de la población) para la cámara baja (cuyo único poder era negarse a votar el presupuesto) y reconoce derechos y libertades de prensa, expresión, reunión, religión y propiedad privada. Salvaguarda el poder imperial con el derecho de enmienda, el derecho a suspender la actividad de las cámaras y promulgar decretos-leyes, la potestad de declarar guerra y paz y el nombramiento de los diputados de la cámara alta.

Expansión Japonesa hasta la II Guerra Mundial
a) 1853 y 1871 Japón no tiene más remedio que realizar concesiones ante las potencias europeas. Desde 1868 trata de proteger a los ciudadanos extranjeros y trata de reducir la presión exterior sobre el país.
b) 1871-1894 Japón tiene dos objetivos en su política exterior: asegurar la posición internacional y alcanzar la revisión de los tratados desiguales. En 1876 ya había firmado un tratado comercial con China, controlando las islas Bonin, conquistado las islas Ryu-Kyu y las Kuriles (arrebatadas a Rusia) y firmado un tratado de comercio con Corea, que será la base para su posterior independencia de China. En 1894 firma con Gran Bretaña un acuerdo que pone fin a la extraterritorialidad de Japón para 1899, y las demás potencias le siguieron. No tuvo autonomía arancelaria hasta 1911, pero al menos había suprimido la parte más molesta de los tratados desiguales.
Su política expansionista lleva a la tensión con China y Rusia, y al acercamiento de Gran Bretaña que ve en Japón un freno al avance ruso en Asia.
c) 1894-1914 Japón se enfrenta a China en la Guerra chino-japonesa (1894-95) por la obtención de Corea. La victoria nipona supone obtener el Protectorado de Corea, Formosa (Taiwán), isla de Pescadores, la península de Liaotung (Port Arthur), una indemnización y un tratado comercial favorable. En seguida Rusia, con sus aliadas Francia y Alemania, protestó y presionaron a Japón para que devolviera a China la península de Liaotung (que luego se quedaría Rusia). La impotencia de Japón hizo que aceptara. Esto llevó a la Guerra ruso-japonesa (1904-1905), con la que finalmente obtiene la península de Liadong, parte de Sanjalín y derechos e intereses en Manchuria (ferrocarril). Con esta guerra Japón se erige como potencia en Extremo Oriente. Así, en 1905 establece un protectorado en Corea hasta que en 1910 la anexiona totalmente. Acordó con Rusia el reparto de Manchuria, quedando el norte y oeste para Rusia, y el resto para los nipones.
En 1912 muere Mutsu-hito poniendo fin a esta fase, en la que se consolida el desarrollo económico y político de Japón y se erige como potencia dominante en Asia.

FUENTE: http://potnia.wordpress.com/2009/02/23/la-revolucion-meiji-1868-1912/

Para saber más sobre la modernización de Japón, puedes vivitar la siguiente página:

http://www.nodo50.org/observatorio/japon.htm

jueves, 21 de noviembre de 2013

LA CONSTRUCCIÓN DE LOS EEUU: MAPA

Este mapa, al ser en color, resulta más elocuente.

LA EXPANSIÓN DE LOS EEUU EN EL S. XIX



   El esquema plantea los principales aspectos en el proceso de expansión territorial de los EEUU, así como los grandes problemas que hubo de abordar este país para consolidarse. Es el mismo esquema que hemos utilizado enclase para documentar este proceso.

Para documentar los aspectos ideológicos de esta expansión territorial, verdadero eje vertebrador de la CONSTRUCCIÓN NACIONAL de los EEUU, es preciso conocer los fundamentos del llamado DESTINO MANIFIESTO. El Destino Manifiesto es una doctrina nacionalista que explica la manera en que este país entiende su lugar en el mundo y se relaciona con otros pueblos. A lo largo de la historia estadounidense, desde las trece colonias hasta nuestros días, el Destino Manifiesto ha mantenido la convicción nacional de que la Providencia (Dios) eligió a los Estados Unidos para ser una potencia política y económica, una nación superior, que debía y podía imponerse a las demás naciones de la Tierra.

     La frase “Destino Manifiesto” apareció por primera vez en un artículo que escribió el periodista John L. O’Sullivan, en 1845, en la revista Democratic Review de Nueva York. En su artículo, O’Sullivan explicaba las razones de la necesaria expansión territorial de los Estados Unidos y apoyaba la anexión de Texas. Decía: “el cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino”.

Muy pronto, políticos y otros líderes de opinión aludieron al “Destino Manifiesto” para justificar la expansión imperialista de los Estados Unidos. A través de la doctrina del Destino Manifiesto se propagó la convicción de que la “misión” que Dios eligió para al pueblo estadounidense era la de explorar y conquistar nuevas tierras, con el fin de llevar a todos los rincones de Norteamérica la “luz” de la democracia, la libertad y la civilización.

Esto implicaba la creencia de que la república democrática era la forma de gobierno favorecida por Dios. Aunque originalmente esta doctrina se oponía al uso de la violencia, desde 1840 se usó para justificar el intervencionismo en la política de otros países, así como la expansión territorial a través de la guerra, como sucedió en 1846-48 en el conflicto bélico que concluyó con la anexión de más de la mitad de territorio mexicano. 

En tiempos posteriores, esta misma idea se utilizará para justificar el papel de "policia internacional" que los EEUU adoptaron; primero en el continente americano (América para los americanos, según idea expuesta por el presidente Monroe, a principios del s. XIX, para impedir cualquier intervencionismo europeo en los asuntos americanos), más tarde, ya a comienzos de este siglo XXI, para justificar la lucha contra el terrorismo internacional o para derribar regímenes despóticos contrarios a los derechos humanos y a la democracia, pero, sobre todo, lesivos para los intereses estadounidenses (la invasión y guerra de Irak, por ejemplo, en 2003).


lunes, 18 de noviembre de 2013

EL COMENTARIO DE UN MAPA HISTÓRICO

UNA VEZ EXPLICADO EN CLASE el procedimiento a seguir para comentar un mapa histórico y partiendo del ejemplo comentado con el que contáis en vuestro material didáctico... A modo de práctica, os dejo este mapa:



Y este esquema en el que se sintetiza el proceso a seguir:


EL PROCESO DE UNIFICACIÓN DE ALEMANIA

Los siguientes documentos presentan algunos aspectos del proceso de unificación de Alemania; por un lado, es necesario conocer la situación del área alemana después del Congreso de Viena (1814-15) y la creación de la Confederación Germánica, así como el papel que Austria y Prusia se reservan a lo largo del período posterior. Hay que destacar el fracaso de la Revolución de 1848, tanto en su vertiente liberal como nacional, lo que abrirá las puertas a una unión política hecha desde arriba y por la vía militar y autoritaria.




La Unión Aduanera o zollverein (1833) será un primer paso en la integración económica alemana y condición necesaria para la unión política. La creación de un mercado nacional amplio y potente beneficiará a la burguesía alemana y la aproximará a los proyectos de unión política que los nacionalistas prusianos están impulsando.


La brevedad del periodo de tiempo en que se lleva a cabo la unión política de Alemania (1864-1871), no debe hacernos pasar por alto las tres guerras que la hicieron posible. La rivalidad entre Austria y Prusia se resolverá, después de una primera alianza estratégica en la "Guerra de los ducados" contra Dinamarca (1864), con la victoria de la segunda y su proyecto de "Pequeña Alemania" (Reformverein). La guerra contra Francia y la derrota de ésta en Sedan (1870) es uno de los acontecimientos más importantes de la segunda mitad del s. XIX, ya que agiganta el espectro de la potencia alemana y, sobre todo, alimenta el resentimiento de los franceses hacia los alemanes.


El balance del proceso de unificación de Alemania debe considerar, en primer término, la aparición de una nueva gran potencia económica, militar y política en el corazón de Europa, dispuesta a rivalizar con Gran Bretaña por la hegemonía mundial. El II Reich alemán (segundo imperio alemán) nace como un estado militarista y autoritario, con poco afecto hacia las formas democráticas de gobierno y dispuesto a impulsar el desarrollo económico de Alemania como medio para alcanzar la hegemonía militar y política en Europa.


EL PROCESO DE UNIFICACIÓN DE ITALIA



Este documento nos permite tener una visión global del proceso de unificación de Italia (1859-1870). En otra entrada se abordarán las distintas fases y acontecimientos del proceso de unificación nacional.

EL PROCESO DE UNIFICACIÓN POLÍTICA DE ITALIA. MAPA.

EL MAPA representa las distintas fases del proceso de unificación política de Italia. La estrategia seguida por el reino de Piamonte-Cerdeña, basada en las alianzas diplomáticas y militares, para expulsar a los austríacos de los estados del norte, así como la intervención de Garibaldi y sus "Camisas Rojas", son la clave política de este proceso histórico. La leyenda que acompaña el mapa nos da las pistas militares para entender la estrategia militar seguida, y el cuadro nos ofrece una visión somera de las distintas etapas que debieron de atravesar los italianos para alcanzar la unidad nacional. Observaréis que el reino de Italia es ya una realidad política a partir de 1861, cuando Victor Manuel II sea proclamado rey de Italia; no obstante, hasta que Roma no sea incorporada al nuevo estado, el proceso no estará completo. El objetivo era convertir a la ciudad de Roma, verdadero referente histórico del pasado imperial, en la capital política de Italia; aún así, las grandes ciudades del norte, como Turín, Génova o Milán, seguirán siendo los motores económicos del país.

LA UNIFICACIÓN DE ITALIA: LA HEGEMONÍA DEL PIAMONTE.



El documento permite seguir las claves que hicieron posible que el reino de Piamonte-Cerdeña, se conviertiese en el motor político de la unificación italiana.

martes, 12 de noviembre de 2013

EUROPA Y LOS PROCESOS DE UNIFICACIÓN NACIONAL DE ITALIA Y ALEMANIA


Mapa político después del Congreso de Viena (1815)

    Los movimientos nacionalistas que se desarrollan a lo largo del s. XIX tienen como punto de partida el nuevo mapa político que se diseñó en Viena por las potencias que habían vencido a Napoleón. Los reyes y ministros allí reunidos reorganizaron el mapa político y trazaron fronteras atendiendo, casi en exclusiva, a sus propios intereses dinásticos; las aspiraciones nacionales de los pueblos europeos no fueron tenidas en cuenta; prevaleció la legitimidad de los reyes y el objetivo de restablecer un cierto equilibrio territorial entre las potencias. Austria, Rusia, Prusia y Gran Bretaña establecieron el nuevo orden europeo para evitar el estallido de revoluciones liberales, la amenaza de una Francia recuperada y, en el caso que nos ocupa, la explosión de movimientos nacionalistas que pusieran en peligro la integridad territorial de los imperios existentes en Europa. 
     El ciclo de revoluciones de 1820, 30 y 48 (que ya hemos analizado) evidenció la fragilidad de este proyecto, pues algunas nacionalidades, que vivían sometidas dentro de algunos de esos estados, consiguieron su emancipación nacional y la construcción de estados propios; fue el caso de Grecia o de Bélgica y, en América, de las colonias españolas que consiguieron la independencia. Los estallidos nacionalistas se sucedieron y, en mayor o menor medida, afectaron a la estabilidad del continente. Las áreas más afectadas por estos movimientos son la alemana y la italiana. Se trata de dos expresiones geográficas, pero no políticas. Durante la primera mitad del siglo XIX los sentimientos nacionalistas se irán desarrollando en estas áreas, lo que favorecerá el desarrollo, a su vez, de movimientos políticos de carácter nacionalista que aspirarán a modificar la situación política existente. En 1848 fracasó en el área alemana el intento, plasmado en la Asamblea de Francfurt, de unir a los alemanes en un solo estado bajo la autoridad del rey de Prusia, Federico Guillermo IV. El fracaso de este proyecto no será, sin embargo, el final del sueño de unificación de los alemanes en un sólo estado, sino el principio de un proceso que, liderado por Prusia, culminará en 1871. En el área italiana, a los intentos de instaurar regímenes liberales en algunos estados, se suma el esfuerzo por echar a los austríacos que dominan el norte de Italia y la política italiana. El Piamonte-Cerdeña, único estado constitucional de la península, será quien finalmente lidere este proceso.
     Concluidos ambos procesos de unificación política, asistimos a la configuración de un nuevo mapa político en Europa; las viejas potencias (Austria, Rusia, Francia o G. Bretaña), verán amenazada su hegemonía continental con la aparición de dos nuevos estados de enorme potencias demográfico, económico y político. Las guerras que hicieron posible la unificación abren el camino a nuevos enfrentamientos. La lucha por la hegemonía en Europa y en el mundo se abre a nuevos protagonistas. Alemania e Italia romperán el equilibrio establecido en Viena, de modo que el sistema establecido en aquel congreso saltará por los aires, de forma definitiva, en 1871.

Un esquema que sintetiza los dos procesos:


Mapa conceptual cortesía del profesor Francisco

sábado, 9 de noviembre de 2013

BALANCE DE LAS REVOLUCIONES DE 1848






   El balance que cabe hacer del ciclo de revoluciones del año 1848 es desigual; por un lado, parece obvio que en Francia la revolución evolucionó, desde el republicanismo democrático, inicial hacia el autoritarismo imperial encarnado en la figura de Napoleón III. Los episodios de febrero y junio de ese año en Francia representan el último episodio de la lucha contra los residuos del antiguo régimen y de su sustituto liberal-doctrinario (febrero) y la fractura (insurrección de junio)de la alianza entre los antiguos grupos sociales que componían el tercer estado hasta 1789. El miedo a una revolución social, de vagos ecos jacobinos y nuevos aires socialistas (y anticapitalistas),llevó a toda la burguesía a replegarse frente al proletariado industrial y a las clases populares, en general. Las luchas políticas y los conflictos sociales que determinarán la segunda mitad del s. XIX (y hasta 1914) ya no vendrán dadas por la oposición liberalismo/absolutismo,sino por los nuevos antagonismos sociales que la industrialización agudizará. Las luchas del movimiento obrero ya no serán solo en demanda de una mayor democratización política, sino que también pretenderán un cambio en el modelo económico, abiertamente injusto desde el punto de vista social. No obstante lo anterior, el aparente fracaso de los movimientos revolucionarios de 1848 sentará las bases de la progresiva democratización europea; la única excepción, como veremos más adelante, la constituirá el imperio ruso. 
   Los movimientos nacionalistas que en 1848, en el área alemana o italiana, lucharon por la causa de la indepedencia o la unificación nacional por vías democráticas o revolucionarias, fracasaron, dejando abierto el camino militar hacia la unificación política, con lamentables consecuencias para Europa y el mundo. Prusia, en el área alemana, y Piamonte, en el área italiana, saldrán fortalecidas de este proceso y, en consecuencia, en condiciones, de liderar la futura unificación. En el imperio austro-húngaro ("esa cárcel de pueblos"), se abrirá paso el constitucionalismo y el parlamentarismo, así como una mayor autonomía para las distintas nacionalidades (húngaros,checos, etc.) del imperio.

Eric J. Hobsbawn y su visión de la Revolución de 1848

Esquema general que desarrolla los principales
aspectos de la revolución de 1848

LA PRIMAVERA DE LOS PUEBLOS

“Las revoluciones de 1848, pues, requerirían un estudio detallado por estados, pueblos y regiones. No obstante, cabe decir que tuvieron muchos aspectos en común, como que ocurrieron simultáneamente, que sus destinos estaban unidos y que todas ellas tenían un carácter y estilo comunes, una curiosa atmósfera romántica y utópica, y una retórica similar, para la que los franceses inventaron la palabra qurante-huitard (*cuarentayochista). Cualquier historiador lo reconoce de inmediato: las barbas, los chales, los sombreros de ala ancha de los militantes, las banderas tricolores, las barricadas, el sentido inicial de liberación, de enorme esperanza y de confusión optimista. Era la primavera de los pueblos y, como ocurre con la estación, no perduró (...). Todas ellas se desarrollaron y languidecieron rápidamente, y en la mayoría de los casos de manera total.”

Eric J. Hobsbawn. La era del capitalismo.
La expresión "Primavera de los pueblos" debe hacernos reflexionar sobre la naturaleza optimista de aquellas revoluciones. La confianza en un futuro mejor de igualdad y libertad, impregnó el espíritu de la época. Burgueses y obreros lucharon juntos, por última vez, en las barricadas contra aquellos que, amparándose en el control que ejercían del Estado y de la economía, sólo aspiraban a perpetuar su dominio. Las masas salieron a la calle para impulsar este movimiento de lucha democrática y, en muchos casos, nacional. Pero la irrupción de los obreros y sus reivindicaciones sociales trastocaron los sueños de la burguesía, que se sintió, en medio del temor a una revolución social, obligada a separarse de una clase obrera que tomaba conciencia de que su lucha iba más allá de las ilusiones de igualdad legal y de libertad política que deseaba la burguesía. A pesar de la deriva autoritaria y conservadora que los acontecimientos adoptaron después del verano de 1848, el eco de una revolución democrática y social perduará a lo largo de todo el siglo XIX.
Para una mejor comprensión del tema es necesario que diferenciéis lo sucedido en Francia en el mes de febrero (proclamación de la II república) y los acontecimientos de junio (la insurrección popular), ya que este país es el que mejor ejemplifica el carácter democrático y social de esta revolución.